Conceptos esenciales de la Administración de Documentos
Transitar de los problemas a las soluciones que pueden aplicarse en el universo de los Archivos Públicos no es tarea fácil. Para ello es necesario reconocer que la actividad archivística no es exclusivamente una actividad empírica, carente de interés intelectual. También es necesario reconocer que su desempeño se sustenta en elementos teóricos y metodológicos, y por tanto en el conocimiento de una serie de conceptos esenciales asociados a la Administración de Documentos. Apoyados en éstos es como pueden construirse mejores sistemas, métodos e instrumentos para la organización y la gestión de archivos.
Para sintetizar: la actividad
archivística conlleva la ejecución de un conjunto de agrupaciones sucesivas de
la información, que van de la generación de documentos individualizados, que se
agrupan eventualmente en expedientes, hasta la formación de series y archivos,
en cuya producción, integración, uso y control intervienen muchas personas,
poniéndose en juego una gran cantidad de recursos, procesos y procedimientos al
interior de las instituciones públicas.
La comprensión de los principales
conceptos que conforman el lenguaje técnico de la Archivística es esencial para
el personal encargado del manejo y la administración de los archivos. En
atención a esta necesidad cabría formular los conceptos archivísticos desde los
aparentemente más simples hasta los más complejos. Empezaremos por los primeros
en los módulos siguientes, y luego en el glosario de términos de este manual,
donde podrán encontrarse definiciones complementarias de los conceptos citados.
La materia básica de los archivos
son los documentos, productos de toda acción pública, pues todo proceso de
gestión en las instituciones da lugar a su producción. De hecho, toda gestión o
trámite inicia regularmente con la generación de documentos. ¿Pero qué es un
documento? ¿Cómo se define? ¿Qué características posee? ¿Se manejan éstos
individualmente o pueden asociarse a otros documentos y por qué? ¿Qué es un
expediente? ¿Cuál es su naturaleza y cómo debe integrarse? ¿Qué características
debe tener?
Del mismo modo podemos
cuestionarnos sobre la composición y naturaleza de las series documentales, el
concepto de archivo, los conceptos de Clasificación y Valoración, el concepto
del ciclo vital de los documentos, etc. Todo ello tiene un significado
fundamental a lo largo del proceso de agrupaciones sucesivas de la información
implícitas en la organización de archivos.
REFLEXIONAR
Cabría destacar que en el
origen de la gestión pública hay fundamentalmente tres causas por las que se
producen documentos, que en su momento llegarán a formar parte de archivos:
primero, para documentar la atención de trámites, esto es, como resultado de
las actividades que desempeñan las administraciones públicas en su relación con
la ciudadanía; segundo, como resultado de la administración de los recursos
institucionales, razón por la que se genera una gran cantidad de documentos
(personal, administración, servicios generales, licitaciones, etc.;
documentación que, por cierto, es común a toda la Administración Pública), y,
tercero, los documentos que se producen como resultado de la planeación y las
actividades sustantivas de las instituciones (documentación que se asocia de
manera específica a cada institución, de conformidad con el desempeño de sus
atribuciones jurídicas particulares). Reflexione sobre las afirmaciones previas
y piense usted si además de las mencionadas hay otras causas por las que se
producen documentos en su institución.
Profundicemos un poco más en las
afirmaciones hechas en el cuadro. Empecemos con la definición de documento. De
acuerdo con la definición hecha, un documento puede ser, por tanto, un disquete,
una cinta, un CD, un DVD, o incluso puede ser también documento aquél que sólo
sea legible por máquina, como el microfilme o los documentos electrónicos o
digitales producidos en distintos formatos o de manera “virtual”. También
podría ser un documento un periódico, una revista, un libro. Incluso una
piedra, si tiene registrada información por la mano del hombre por así decirlo,
podría ser también un documento. Esta característica la tienen por ejemplo, las
estelas Mayas o el Calendario Azteca.
Un documento escrito a mano o
mediante la utilización de algún medio mecánico o electrónico responde también
a la definición previamente dada. ¿Qué hace, entonces, diferentes a estos
documentos?
Una primera respuesta estaría
relacionada, precisamente, con la afirmación que en la definición del concepto
queda excluida, esto es, “los fines para los que haya sido producido”, los
propósitos para los que fueron creados los documentos. Otra respuesta estaría
relacionada con la naturaleza y cualidades de los mismos, así como con el uso
al que se encuentran sujetos, todo lo cual nos lleva a la necesaria ampliación
del concepto de documento como “documento de archivo”.
Documento de archivo o unidad de documentación
simple, es toda Información registrada en cualquier soporte, producida,
recibida y conservada por cualquier persona física o jurídica en el ejercicio
de sus competencias, o en el desarrollo de su actividad y funciones y que posee
un contenido, un contexto y una estructura que le otorgan calidad probatoria de
eventos y procesos.
En el desempeño de las
gestiones públicas son los documentos de archivo los que interesan de manera
esencial, pues los otros tipos documentales generalmente no tienen todos los
atributos y cualidades que posee el documento de archivo, especialmente como
instrumento de gestión, como unidad probatoria de eventos y procesos o como testimonio
y memoria de las actividades de una institución. Por ello, a pesar de que en la
actualidad cada vez se producen más documentos electrónicos o digitales (que
eventualmente podrían tener una naturaleza o un uso archivístico), el documento
de archivo (cuya información se registra generalmente sobre el soporte papel)
es el que se produce y usa para el desempeño de las gestiones públicas, y es el
objeto de trabajo “natural” de las instituciones archivísticas.
Así, la definición del
concepto de Documento de Archivo se amplía significativamente cuando se
describen sus características y cualidades, que lo singularizan frente a otros
tipos documentales, que no poseen dichas características, al menos no
totalmente.
El documento de archivo:
Ø Documenta
las gestiones públicas o es resultado de procesos de gestión.
Ø Es
probatorio de eventos, sucesos o procesos de trabajo.
Ø Posee
valores administrativos, legales y/o fiscales.
Ø Con
frecuencia es exclusivo y único.
Ø Formaliza
la institucionalidad de las acciones públicas y les otorga continuidad.
Ø Es
referencia y testimonio de la acción gubernamental, esto es, puede adquirir
valores secundarios, como memoria histórica.
Ø Constituye
un recurso central para favorecer las acciones de transparencia y rendición de
cuentas.
Ø Está
plenamente identificado con datos que permiten su agrupación archivística, esto
es, posee un contexto y un contenido que lo asocian con la institución y área
que lo ha generado y usado, así como con la función y el asunto sobre el que
versa.
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