La organización de los
recursos humanos
La organización en actividades de apoyo
administrativo
Criterios
de organización y de coordinación
Toda actividad administrativa
organizada tiene dos características fundamentales y opuestas a la vez: la
división del trabajo en las distintas áreas y la coordinación de estas áreas
para conseguir los objetivos finales.
La coordinación del trabajo tiene
varios puntos fundamentales:
– Adaptación mutua. Va ligada a
la comunicación informal, tanto simple como compleja. El trabajo lo controla
quien lo realiza, en un sistema simple que se utiliza en organizaciones sencillas
y también el único que funciona en situaciones difíciles.
– Supervisión directa. El
responsable se hace cargo del trabajo de los demás: supervisa de forma directa
un conjunto de instrucciones y controla que estas se han cumplido. Esta
relación se refleja en el organigrama.
– La organización de los procesos
de trabajo. También se puede organizar estableciendo desde un primer momento
normas y requisitos antes de realizar las tareas asignadas. Destacan dos formas
fundamentales de normalización de este proceso: la normalización de los
procesos de trabajo y la normalización del procedimiento de trabajo.
– Normalización de habilidades.
Cuando especificamos el tipo de preparación que requiere la realización de cada
actividad, se produce el proceso de normalización de habilidades y
conocimientos, es decir, se define el perfil que cada trabajador desempeña en
su puesto.
– Normalización de resultados. Se
trata de especificar los resultados que queremos obtener sin definir cómo se va
a realizar. Los resultados que tenemos con este proceso son cuantitativos.
Procedimientos
de trabajo
Antes de empezar a comentar los
principales procedimientos del trabajo administrativo, debemos preguntarnos qué
es un procedimiento. Definimos un procedimiento como una serie de pasos
definidos de manera clara y lógica que nos permiten trabajar y coordinarnos
correctamente para conseguir los objetivos marcados en un principio.
Se trata de poner en marcha una
serie de operaciones o procesos de trabajo coordinados y dirigidos por un responsable.
Para
plantear un procedimiento de trabajo debemos tener en cuenta:
– Las acciones que vamos a
realizar.
– El protocolo marcado que se va
a seguir.
– Las reglas que van a delimitar
las acciones.
Existen
dos tipos de procedimientos de trabajo:
– Lineales, en el que el trabajo
sigue el mismo ritmo continuamente.
– Ramificados, en los que el
trabajo realizado va a estar sujeto a ciertos criterios.
Ambos son igual de efectivos,
pues son complementarios. Van a variar en función de las circunstancias de la
tarea.
Indicadores
de calidad de la organización
A la hora de evaluar una
actividad administrativa o trabajo debemos regirnos por tres criterios que son
fundamentales para conseguir una buena calidad y productividad: la eficiencia,
la eficacia y la efectividad.
Alcanzar la eficiencia significa
usar los recursos y ejecutar las actividades cumpliendo con los límites
prefijados en un primer momento y valorando el grado de aprovechamiento de los
recursos utilizados.
Tomemos como ejemplo una empresa
dedicada a la impresión de libros de texto. Si solo tenemos en cuenta la
eficiencia en los valores de calidad, tendríamos unos libros imprimidos en baja
cantidad de color y tinta. Así cumpliríamos con los límites establecidos por
este criterio para optimizar recursos.
Por ello, es importante tener en
cuenta los dos principios restantes. Se deben equilibrar los tres principios,
para conseguir una calidad organizacional idónea.
La efectividad es la relación de
los resultados conseguidos y de los resultados planteados desde un principio.
Se facilita así conocer si se han cumplido los objetivos planteados.
Si solo consideramos la cantidad
como único criterio, valorando solo el resultado, el costo del producto será
elevado.
La eficacia estima el servicio
prestado, el impacto del producto que hacemos. Este criterio está muy
relacionado con el concepto de calidad, debido a que nos ofrece de manera
directa información sobre el grado de satisfacción del cliente.
Pautas para la obtención de resultados
Debemos saber que la mayoría de
trabajos administrativos se realizan en grupo. Por tanto las pautas que hay que
seguir para conseguir los resultados marcados deben ser tanto individuales
(cumplimiento del objetivo personal marcado) como grupales. Algunas de las
pautas o puntos que hay que tener en cuenta para obtener resultados
satisfactorios en el trabajo diario son:
– Marcar las tareas que se vayan
a realizar a medio y corto plazo. El trabajador debe tener claro cuál va a ser
su labor diaria y los objetivos que tiene que cumplir a medio y corto plazo.
– Realizar una lluvia de ideas
cuando surjan problemas. Es importante en el trabajo en grupo colaborar en la
medida de lo posible aportando ideas que vayan surgiendo en el trabajo diario,
con el fin de enriquecer la tarea.
– Organizar reuniones
periódicamente. El hecho de que varias personas trabajen en grupo implica que
deben estar coordinadas en todo momento. Deben programar reuniones periódicas,
que ayudarán a mejorar los resultados. Además estas reuniones deben prepararse con
tiempo y estar bien estructuradas para sacar provecho de ellas.
– Evitar distracciones en tu
trabajo. Muchas veces la efectividad en los resultados se ve marcada por las
distracciones diarias de los trabajadores:
internet, llamadas telefónicas,
fumar o tareas personales pueden disminuir el ritmo de trabajo.
– Organizar el trabajo diario,
dando prioridad a tareas más urgentes y tareas que puedan esperar.
– Si te equivocas, soluciona tus
fallos. Como dice el refrán, es de sabios rectificar. Debemos reconocer
nuestros errores y rectificarlos lo antes posible, para no causar problemas al
grupo.
– Aprovecha el tiempo: planifica
tus tareas diarias, organízate lo mejor posible y notaras el rendimiento que
sacas a tu trabajo diariamente.
– La calidad es lo importante, no
la cantidad. Muchas veces confundimos la cantidad con la calidad y no debe ser
así. Debemos ser conscientes de que lo importante es que nuestro trabajo esté
correcto, revisado y sin errores. Será la única manera de conseguir calidad.
– Tu trabajo es tan valioso como
el del resto del grupo. No debemos creernos nunca más que nadie, puesto que el
trabajo en grupo es democrático. Todos hacemos igual; por tanto, todos somos
iguales.
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