martes, 27 de julio de 2021

LA PUNTUACION: LAS REGLAS Y EL TEMPERAMENTO

 

Cualquier   Gramática elemental nos da suficientes  reglas  de puntuación.  No obstante, conviene recordar aquí las principales, para que esta breve teoría nos ayude en la resolución de  los casos prácticos.

Cabe hacerse la  siguiente  pregunta:  ¿En  realidad,  hay  reglas  para  puntuar?   Porque, la  verdad  sea  dicha,  leyendo  a  los  buenos  escritores,  se  observan   diferencias   de  puntuación:  éste  pone  "'punto"  donde  aquél  escribe ''coma" y ése "punto y coma"... ¿Qué hacer  entonces?

He aquí nuestra   respuesta:  A  pesar  de  que  la  puntuación  sea  materia un  tanto  elástica,  conviene  tener  en  cuenta  las  susodichas  reglas  y  adaptarlas  luego a  nuestro temperamento.  Lo  que  no puede  hacerse en modo  alguno es  de  preciarlas  en  absoluto.  Estos, pequeños  signos  -puntos  y  comas-,  intercalados  en la  escritura,  son  a  modo  de hitos que ayudan  a  nuestra mente a,  seguir  el  pensamiento  del  que  escribe.  Pruébese,  por  ejemplo,  a  suprimir. en   una   página   literaria   todo   signo   de   puntuación.   Inténtese después,  la lectura :  Comprobaremos que cuesta gran trabajo seguir el hilo del discurso

Con   esta experiencia  basta para   convencernos  de  la  necesidad  de  los puntos y las comas. Ahora  bien, como dice Azorín,  " la  puntuación  tiene  una  base· más ancha que  la  decisión  personal,  que  el capricho  del  escritor.  Esa base es  la psicología. El estilo es la psicología; no puede uno tener el estilo que quiere. No basta decir:  Yo voy  a  poner  punto  y coma  donde  los  demás  ponen  punto. Y voy a poner punto donde la generalidad de las gentes ponen punto y coma.

a)    La  coma

La  coma  tiene  dos usos  principales:

1-     Separar  elementos   análogos   de  una  serie,  sean  palabras,  frases  u oraciones.

EJEMPLOS:

Ufano, alegre, altivo, enamorado.

Ni tú Jo crees, ni yo lo creo, ni  nadie lo cree.

2- Separar  elementos  que  tienen  carácter  incidental  dentro  de  la oración:

EJEMPLOS:

Buenos  Aires, la capital, es una ciudad muy populosa.

El, entonces, se detuvo.

Yo, si me lo proponen, lo acepto.

Obsérvese que se hubiera podido decir, en los ejemplos anteriores: " Bueno Aires es una ciudad  populosa";  ''El  se  detuvo";  "Yo  Jo  acepto " .

 Se  han  añadido aquellas  palabras,  frases  u  oraciones  explicativas  (subrayadas  en  los  ejemplos),  que, suprimidas,  no  alterarían  el sentido  de la oración.

EJEMPLOS':

Colón, que era genovés, descubrió el Nuevo Mundo.

Napoleón  acabó sus días, me  parece, en la isla de Santa Elena.

NOTA.- A  veces,  cuando  el  sujeto de la  oración es muy largo, se separa con una  coma  de  los otros  elementos  constitutivos   de  la  oración —verbo y complemento— para facilitar la “respiración” de la frase. Así: “Los gallos, las gallinas, los, patos y otros animales de la granja, despertaron al unísono".

Es imprescindible el uso de la coma después del vocativo. Así, no tiene el mismo sentido decir: "Juan entra en seguida" —aquí afirmamos que Juan entra—, que escribir: "Juan, entra en seguida".  En este caso llamamos a Juan —vocativo— diciéndole que entre.

Es interesante aclarar  el  uso  de  los  términos  explicativo  y  determinativo.  No es lo mismo escribir: "El  piloto  mareado  no pudo dominar el avión", que  ''EI  piloto,  mareado,  no pudo dominar el avión".  En el primer caso determinamos cuál era el piloto que no pudo dominar el avión, decimos cuál de los pilotos era. En el   segundo caso explicamos, con un inciso, entre comas, que el piloto no pudo dominar el avión porque estaba mareado.

Lo mismo puede decirse de una oración, según sea subordinada explicativa o determinativa. En el primer caso —oración incidental— irá entre comas; en el segundo, no.

EJEMPLOS:

Los niños, que estaban en el patio, echaron a correr.

En este caso, la expresión "que estaban el patio" es un inciso explicativo que nos dice dónde estaban los niños que echaron a correr. Es oración incidental y va entre comas.

En cambio, si escribimos: "Los niños que estaban en el patio echaron a correr", se determina o afirma que solamente echaron a correr los niños que estaban en el patio. Es una precisión, no una explicación. No es, pues, oración incidental y por eso va sin comas.

En las oraciones elípticas hay que poner coma en el lugar del verbo omitido.

EJEMPLOS:

Manuel era simpático; Pedro, antipático.

Se ha omitido el verbo ''era" en la segunda oración, lo cual se indica mediante una coma.

 

A veces se usa la coma para separar oraciones enlazadas por la conjunción "y", en los casos en que pudiera haber confusión.

EJEMPLO:

A Pedro le gustaba el trabajo, y el ocio lo consideraba absurda.

En este caso, se ha puesto una coma para precisar el sentido; sin este signo, parecería que "A Pedro le gustaba el trabajo y el ocio".

EJERCICIOS

En los párrafos siguientes se ha omitido la coma. Coloque este signo donde crea que deba ir. Los demás signos de puntuación son correctos.

1. Esta hermandad este sacrificio de los jefes este desprendimiento de los oficiales y soldados ha sido la victoria: la victoria de Bilbao decisiva en esta guerra. Aquí en las aguas de este río empezó a hundirse el enemigo.

2. Se  quitó frente al  tocador  eI sombrero de  fieltro  negro que seguía haciendo  un  buen  papel  a  pesar de  tener  dos temporadas y  cambió1rápidamenteI su    traje de chaqueta por un vestido de casa.

3.            La primera impresión que tuve de la ciudad de Lisboa fue un poco desconcertante. Me habían hablado mucho de su incomparable belleza, de su carácter cosmopolita y cuando me vi allí rodeado de empinadas calles pisando aquel singular y oscuro empedrado tan resbaladizo para el que no está acostumbrado a él observando cómo algunos comerciantes en pleno centro de la población extendían sus géneros a las puertas del establecimiento... Debo confesar que me sentí un tanto desconcertado y pensé: "pero ¿esto es Lisboa?" Sin embargo, esta primera impresión duró bien poco. A medida que fueron pasando los días y me fui compenetrando con aquel ambiente tan amable y acogedor y fui conociendo mejor la ciudad entonces comprendí que los portugueses sientan orgullo por su capital un orgullo que se compendia en este dicho popular: "El que no vio Lisboa no vio cosa buena".

4.            La   atmósfera esto es la capa  de  aire que   envuelve  la  Tierra es  tan necesaria  que        sin  ella  no  vivirían  los   hombres  los  demás  animales  ni  las plantas.

5.            Una vida sencilla de austeridad casi monástica; una mesa un piano una pequeña biblioteca con los libros preferidos y unos cigarrillos de tabaco picado que él mismo preparaba antes de la cena. Le gustaba fumar a ratos sueltos, sobre todo cuando leía.

Plazo máximo de entrega de las respuestas: 22 de febrero de 2021

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La organización de los recursos humanos

  La organización de los recursos humanos