La oveja negra
Ítalo Calvino
Había un pueblo donde todos eran ladrones.
A la noche cada habitante salía
con la ganzúa y la linterna, e iba a desvalijar la casa de un vecino. Volvía al
alba y encontraba su casa desvalijada.
Y así todos vivían en amistad y sin lastimarse, ya que uno robaba al otro, y este a otro hasta que llegaba a un último que robaba al primero. El comercio en aquel pueblo se practicaba solo bajo la forma de estafa por parte de quien vendía y por parte de quien compraba. El gobierno era una asociación para delinquir para perjuicio de sus súbditos, y los súbditos por su parte se ocupaban solo en engañar al gobierno. Así la vida se deslizaba sin dificultades y no había ni ricos ni pobres.
No se sabe cómo ocurrió pero en
este pueblo se encontraba un hombre honesto. Por la noche en vez de salir con
la bolsa y la linterna se quedaba en su casa a fumar y leer novelas.
Venían los ladrones, veían la luz
encendida y no entraban.
Esto duró poco pues hubo que
hacerle entender que si él quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón
para no permitir que los demás lo hicieran. Cada noche que él pasaba en su casa
era una familia que no comía al día siguiente.
Frente a estas razones el hombre
honesto no pudo oponerse. Acostumbró también a salir por las noches para volver
al alba, pero insistía en no robar. Era honesto y no quedaba nada por hacer.
Iba al puente y miraba correr el agua. Volvía a su casa y la encontraba
desvalijada.
En menos de una semana el hombre
honesto se encontró sin dinero, sin comida y con la casa vacía. Pero hasta aquí
nada malo ocurría porque era su culpa: el problema era que por esta forma de
comportarse todo se desajustó. Como él se hacía robar y no robaba a nadie,
siempre había alguien que volviendo a su casa la encontraba intacta, la casa
que él hubiera debido desvalijar. El hecho es que poco tiempo después aquellos
que no habían sido robados encontraron que eran más ricos, y no quisieron ser
robados nuevamente. Por otra parte aquellos que venían a robar a la casa del
hombre honesto la encontraban siempre vacía. Y así se volvían más pobres.
Mientras tanto aquellos que se
habían vuelto ricos tomaron la costumbre también ellos, de ir al puente por las
noches para mirar el agua que corría bajo el puente. Esto aumentó la confusión
porque hubo muchos otros que se volvieron ricos y muchos otros que se volvieron
pobres.
Los ricos mientras tanto
entendieron que ir por la noche al puente los convertía en pobres y pensaron
-paguemos a los pobres para que vayan a robar por nosotros-. Se hicieron
contratos, se establecieron salarios y porcentajes: naturalmente siempre había
ladrones que intentaban engañarse unos a otros. Pero los ricos se volvían más
ricos y los pobres más pobres.
Había ricos tan ricos que no
tuvieron necesidad de robar ni de hacer robar para continuar siendo ricos. Pero
si dejaban de robar se volvían pobres porque los pobres los robaban. Entonces
pagaron a aquellos más pobres que los pobres para defender sus posesiones de
los otros pobres, y así instituyeron la policía, y constituyeron las cárceles.
De esta manera pocos años después
de la aparición del hombre honesto no se hablaba más de robar o de ser robados
sino de ricos y pobres. Y sin embargo eran todos ladrones.
Honesto había existido uno y
había muerto enseguida, de hambre.
FIN
ACTIVIDADES:
1.
Lee este cuento con mucha atención, ya sabes que
debes leer con lápiz y subrayar lo que tu consideres que son las ideas
principales.
2.
Averigua la vida del autor, quién fue,
nacionalidad, cuál fue su obra, año de nacimiento y muerte
3.
Subrayar el inicio y explicar que impacto tuvo
para ti esa primera frase, cual fue la primera idea que te vino a la mente
cuando leísta esa frase?
4.
¿Quién es la Oveja Negra y qué representa?
5.
¿Qué mensaje te da el hombre honesto que leía
novelas?
6.
¿La teoría del origen de la policía es válida o
un argumento para adornar el cuento?
7.
¿Quién cuenta el cuento?
8.
Por ultimo haz un video y me explicas el cuento
y sobre todo lo que entendiste de él, que enseñanzas te dejó?
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